Erase una vez...

Era un hombre tan vago, que cuando se murió sus amigos pusieron la siguiente inscripción en su tumba: "Aquí continúa descansando..."

Este era un niño tan feo, pero tan feo, que cuando iba a salir a la calle, para darse ánimos le preguntaba al teléfono:

¿Quién es el niño más bonito?

Y el teléfono sonaba tu tu tu tu tu tu tu tu tu...

Había un niño tan pero tan feo que un día va donde la mama y le dice:

¿Mami  tu me quieres?

Y la mamá le responde:

Si, mijito, pero sólo como amigos…